Virgen del Perpetuo Socorro

Virgen del Perpetuo Socorro

Oración

¡Santísima Virgen María, que para inspirarme confianza habéis querido llamaros Madre del Perpetuo Socorro!
Yo os suplico me socorráis en todo tiempo y en todo lugar:
en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades,
en todas las miserias de la vida y, sobre todo, en el trance de la muerte.

Concédeme, ¡oh amorosa Madre!, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a Vos;
porque estoy cierto de que, si soy fiel en invocaros,
Vos seréis fiel en socorrerme.

Alcanzadme, pues, la gracia de acudir a Vos sin cesar
con la confianza de un hijo,
a fin de que obtenga vuestro perpetuo socorro y la perseverancia final.

Bendecidme y rogad por mí ahora y en la hora de mi muerte.
Así sea.

Jaculatoria final

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Rogad a Jesús por mí, y salvadme.

La Virgen del Perpetuo Socorro es una advocación mariana profundamente amada por el pueblo cristiano. Representada en un ícono de origen bizantino, su imagen ha recorrido el mundo llevando consuelo, milagros y esperanza a millones de fieles. Es invocada especialmente en las dificultades de la vida y en el momento de la muerte.

Esta oración expresa una entrega total y confiada al cuidado maternal de María, quien nunca desoye a quienes recurren a ella con fe.


Historia de la devoción

¿Querés conocer el origen y milagros del famoso ícono bizantino? Leé la historia completa de esta advocación:

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Virgen del Perpetuo Socorro, rogá por nosotros.