El Tribunal de la Misericordia

Jesús le mostró a Santa Faustina que el sacramento de la confesión es el lugar donde actúa su misericordia de manera más directa. Lo llamó: “el Tribunal de la Misericordia”.
“Cuando vas a confesarte, a esta fuente de mi misericordia, la Sangre y el Agua que brotaron de mi Corazón siempre fluye sobre tu alma.” – Diario, 1602
Jesús insistió en que ningún alma debe temer acudir al confesionario, incluso si sus pecados fueran como una montaña. Él prometió que allí mismo las almas recibirán perdón, paz y fuerza.
¿Por qué “tribunal”?
Jesús usa la palabra tribunal no como un juicio condenatorio, sino como un lugar donde Él mismo es el Abogado, el Salvador y el Juez justo y misericordioso. Allí no se condena, sino que se restaura y sana.
“En este tribunal se realizan los mayores milagros, que se repiten sin cesar. Para obtener este milagro no es necesario hacer largas penitencias, sino basta acercarse con fe a los pies de mi representante.” – Diario, 1448
Jesús sobre los sacerdotes confesores
Jesús dejó claro que Él mismo actúa a través del sacerdote:
“Cuando te arrodillas ante el confesor, debes saber que Yo mismo estoy presente allí. Sólo me oculto tras el sacerdote.” – Diario, 1602
Por eso, invitó a las almas a confiar, incluso cuando el sacerdote pareciera exigente o frío: lo importante es la gracia que se derrama, no la impresión humana.
Cómo prepararse para una buena confesión
- 🧎 Hacer un buen examen de conciencia.
- 📿 Rezar la Coronilla pidiendo la gracia del arrepentimiento.
- 💬 Acudir con confianza, sin miedo, sabiendo que Jesús espera con los brazos abiertos.
- 📖 Leer el Diario puede ayudar a crecer en sensibilidad frente al pecado y a la misericordia.
Jesús quiere sanar, no condenar. Por eso, el confesionario es, como Él dijo, el trono de la misericordia sobre la tierra.
Jesús, en Vos confío.